Dejando de lado lo patriótico en otras tierras, este fue un día común. Sin novedades en el frente de mi última batalla (que doy por perdida desde hace días).
La jornada transcurrió sin mayores sobresaltos. Solo los que causa el torrente detenido de emociones que se acumula en mis mejillas.
Suavizo los días con la esperanza que, conforme pasen las horas, la (mi) situación cambie (aunque sé que no va a pasar).
Corrijo: Si existe una novedad. Está resumida en dos minutos y diez segundos de audio que traté de grabar sin interferencias de por medio (spoiler alert: Fallé).
La novedad no ha sido revelada. Creo que no será hoy y tampoco mañana, a pesar que hoy estuve a punto de hacerlo. La motivación: Saber que no será en el último día, cuando todo esté perdido.
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