Buscar(te) en lo cotidiano, en lo sorpresivo, en lo taciturno y en lo ruidoso de este mundo que gira muy deprisa.
Encontrar(te) en mis pensamientos y en mis emociones, un espacio para el desahogo, para la libertad de expresión por tiempo limitado (y así evitar la locura que se asoma de vez en cuando para tratar de llevar(me) y arrastrar(te) a territorios desconocidos).
Trato de hablar(te) claro, pero no me sale. Lo siento, es solo que debo detener(me) y evitar(te) que veas en alta resolución aquellos subtítulos de los que te hablé aquella vez sin hablarte realmente.
Solo me queda conjugar(te) con el resto de ingredientes que necesito: una flor, una manta, dos libros, un par de cervezas y el Spotify a todo volumen, mientras la noche va cayendo.
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