agosto 05, 2012

Transfigurate

Los abuelos, la hija y la nieta. Casi siempre son los presentes cada 5 de agosto frente al televisor, sintonizando desde temprano, los actos que se llevan a cabo en San Salvador, para la tradicional "Bajada" y Transfiguración del Divino Salvador del Mundo.

A lo largo del recorrido, la conversación en torno a la transmisión varía de una temática a otra: Que si las flores que lleva el anda son muchas, que si los socorristas no se ven por ninguna parte o tapan la cámara, o que si mucho se está tardando para llegar al lugar del "descubrimiento" del patrono.

Cuando la procesión casi llega a su culmen, el escenario se intensifica, y el abuelo se queja por el transtornado himno a El Salvador del Mundo que canta el coro: "el que compuso el himno, se debe estar revolcando en su tumba", dice, mientras su cabeza hace un gesto de negación ante tal aberración, digna de un señalamiento por alguien que dedicó su vida a los años dorados de la música clásica.

"Anda tocá vos ahí pues", le contesta su cónyuge, "sugeríle a Quijano que vas a ir vos el otro año", dice, mientras ríe.

"Quijano quisiera ser el que sale transfigurado", añade la hija, "hasta ahí le ha de llegar el ego".... *risas, risas*

Y la nieta ríe y ríe.

"Hay noooo, esta gente que aplaude después del himno, no les enseñaron en la escuela...", dice la hija, también maestra.

"Es que la melodía... como que es baile, ya no parece himno...", regresa el abuelo.

"Transfigurate también vos y dejá de criticar", le replica la abuela.

Y la nieta, sonríe

Y si nosotros también nos transfiguraramos (aunque no sea usted católico) e hiciéramos algo por la vida... Si se cambia la indiferencia, por el involucramiento, y la crítica destructiva por el trabajo para mejorar lo que no le parece.


Un cambio nunca es malo :)

PD: Lo de imaginarme al alcalde queriendo salir con la túnica blanca, me mató de risa