septiembre 04, 2012

No sé qué decir

Pensé en miles de palabras antes del 3 de septiembre a las 10:18 pm. Pero la historia se burló de mi memoria y se han borrado todas las dulces líneas que tenía guardadas para vos. Mi amiga, mi confidente, uno de los motivos por los que despertar en este mundo, a veces tan cruel, a veces tan dulce, era válido.

Yo siempre asumí que te gustaba "chuchis" en vez de Chasca. Creí que en algún momento, dimensionarías mis múltiples gestos, palabras, sonidos, y aún la respiración cercana a tu cabeza cuando me acercaba para darte un beso, pese a las advertencias del auditorio que se congregaba en la que se convirtió en tu casa. Ajá, bajo la mesa del comedor.

Hace un año o poco más, despedía a tu hermano. Y le prometía cuidarte, hasta que decidieras partir... Aunque no tuve el tiempo que hubiese querido, me siento satisfecha de no ser la única en la familia que te adoraba en demasía; mis hermanos, mis abuelos, mi madre, mi padre y yo, intentamos atenderte lo mejor que pudimos. Si fallamos en el intento, te pido, me perdonés.

Ahora, junto al cadáver vacío de esa mascota que me brindó su cariño por catorce años consecutivos, no queda más que darte gracias por cuidarnos y dejarte cuidar. Porque me esperaste hasta el último segundo, a pocos minutos de tu muerte, para verte y expresarte en una mirada, el honor de haberte conocido y poder compartir mi corazón con alguien que jamás lo lastimó. Que incluso, quiso escucharme agobiada y supo estrecharme una pata para obtener una sonrisa o una caricia a cambio.

Catorce años se dicen fácil, pero hoy que te busco y no estás más en este plano físico, se resiente la lejanía entre tu cielo y mi estancia en este mundo. Es por eso que escribo lo que siento, con la esperanza que en ese maravilloso lugar donde ya sos libre, podás escucharlo. Y saqués de nuevo, tu lengua como símil de sonrisa.

Tu amor, casi humano, ahora se intercambia con un dolor más cruel que los hasta ahora conocidos. Espero que haya en el cielo una readmisión de mascotas, para elegirte de nuevo. Ahí llevaré conmigo tu pelota, tu carne, tu peine y tu súper toalla de muñequitos.

Mientras tanto, un alivio es innegable: Saber que, además de quiénes te cuidan en esta dimensión, existe alguien que escucha un llamado en el entramado de mis sueños y en el ir y venir de mis pensamientos. Y que su muerte será solo el inicio de una vida más fuerte que se mantiene con el oxígeno de mis pulmones y crecerá con la fortaleza de los mejores recuerdos y sentimientos acumulados.

¡A correr y descansar, Chasquita! La misión de hacerme madurar y aprender a amar a un ser de Dios con toda la potencia del corazón ha sido completada.

Con amor

Fátima

septiembre 01, 2012

Un mensaje cifrado

Hablás de cosas incomprensibles, pero al mismo tiempo necesarias
para conocerte mejor, para comprender que en mi mente trascendió un pensamiento
indebido, desubicado... por ende, desechado en el cubo de la basura que suelo tener al copete.

Medias mentiras las de tus labios
que cuando me mirás, se dan por aludidas
y se niegan y se desmienten
intentando hacer de ese, el primer encuentro con mi alma

Y seguís pensando que la función recién inició
¡Si esa frontera que nos dividía dijo adiós
desde el primer hola!
y se atrincheró el corazón en tus palabras
y se apoderó de mí un sentimiento desbordante...

Hoy nuestras barreras están desnudas
nuestras miradas, cuál estrategias
se desvían, se interceptan y se toman rehenes en el recuerdo del otro
donde el rescate ya se hace imposible,
y no hay "pero" que valga.

Y lo más extraño es que a pesar que grito, no escuchés
y que te tenga tan cerca en el pensamiento
así como hoy cuando te materializaste en mi sueño
y me pediste la verdad absoluta

Y fue tan absurdo que todo desembocara en beso
y en ficción calcada a la perfección
para un mensaje cifrado que no vas a entender
a menos que te adentrés en mi mente
y sepas que esta verdad clandestina
guarda silencio para siempre.

Hasta que llegue ese último segundo en que digás "sí"