noviembre 29, 2012

Recordándote

Cada vez, una estrella
respiro, abro los ojos y tú
presente... ausente, pero presente
en el corazón, en la mente, en el pensamiento
recorriendo cada fibra de mí,
haciendo parada con cada latir
rozando mi piel con tu mirada curiosa
preguntándome qué pasará ahora...

Si cada vez, es una estrella
he de robarme el firmamento, y la galaxia
y lo que haya más allá,
porque cientos de plumas se van a agotar
(y siendo protectora del medio ambiente)
no más árboles para mi egoísta propósito
que requiere su corteza y su papel.

Si cada vez, una estrella
habrá revolución en el cielo
que seguirá, guardando el brillo
en tus pupilas asesinas
de cada lucero, de cada fenómeno celeste
que me robe para tí

noviembre 26, 2012

Secreto

Pensando en ti por largo tiempo
las horas y los días se me van entre los dedos,
y pensando y pensando llego al fondo de este asunto,
un problema simple, y al parecer, de común acuerdo.

Verte cada día como si fueses un extraño
pasar a tu lado y desconocerte por completo
intentar quererte como antes, me hace daño
y comienzo con el pensamiento a olvidarte sin reparos.

Dime qué se siente vivir con este peso
hablarte cada día en el secreto de mis versos
amarte en el silencio de este capricho indiscreto
intentar echar a andar este delicado proyecto.

Y sellar todas mis promesas con un beso
palpar la calidez del cariño que te ofrezco
ahogarte en el océano de mis sueños más ocultos
y luego escuchar el eco de tu voz
sin más opción que la utopía de mis versos

noviembre 25, 2012

Notitas (allá del 2009)

Que traidor es el olvido
algo tan fuera de mis sentidos
que me obliga, entre lamentos
a decir que el sentimiento ha muerto

A afirmar que no te sueño
que en quererte, no me empeño
y si supiera, pequeño mío
que al cerrar los ojos, eres mío....

Que al soñarte, nos amamos
queriéndonos sin cansarnos
haciendo lo que la realidad no permite
eso, en lo que mi necedad persiste

Y si supiera el mismo olvido
que a su consejo, he desobedecido
porque al recordar que "te olvido"
prefiero olvidar ese recuerdo
y quedarme contigo

¡Ah, traicionero olvido..!

noviembre 23, 2012

Tertulias de autobús: Esto tenía que contarlo

Hoy fue uno de esos días en que, en medio del calor, la bulla y el humo, le puse triste atención a la charla que se desarrollaba en el asiento de atrás del microbús. El lugar: El Mercado Ex-Cuartel y una gran trabazón por la que no se avanzaba nada. El motorista parecía querer solucionar el nudo a base de darle y darle al claxon...

"Se han palmado a uno ahí adelante, no vas a pasar", dijo un transeúnte al motorista, quien con un dejo de resignación y un 50% de esperanzas, seguía pitando. Los de atrás le imitaban, mientras dos niños (una niña y un niño, por aquello del género, pues) que no superaban los 10 años, mantenían una conversación con su mamá.

Niña: Mamá ¿y qué es palmar?
Mamá: Palmar, que lo mataron pues
Niño: Pasmada, significa que se lo echaron, que lo mataron
Niña: Ahh, es que un señor acaba de decirle eso al motorista.  ¿Y crees que no pasemos?
Niño: Como no, si ya lo van a quitar, pero yo ver quiero *Saca la cabeza por una ventana*
Niña: Ya ves mamá, nos hubiéramos venido en una 11 de las grandes.
Mamá: Hay tan exagerada, ya vamos a pasar perate.

La bulla era cada vez más intensa.

Mamá: Vaya, vos mira de ese lado y vos del otro, y cuando vean donde es, avisan para ver.
Niña: ¿Y se le va a ver todo, mamá?
Niño. Depende cómo lo mataron, y a ver si hay sangre *emocionado*

Y yo O_O. A los 10 minutos logramos pasar. Parecía que era una persona quizá atropellada, solo quedaba el rastro de la cinta amarilla.

Mamá: Ayy, ya lo levantaron, ya no vimos. Pero ahí está la cinta mirá, mirá.. Huy y yo viendo, ya va a venir otro por mí a matarme por metida, ja ja ja.

Y los tres rieron

Niño: P***, pero si fue rastra lo ha de haber hecho aplastadito aplastadito.

Si me pregunta, a mí estos niveles de cinismo o lo que sea, me asustan, en serio.

noviembre 13, 2012

Tertulias de autobús

Las gotas blancas y el punto negro sobre el fondo celeste del esmalte de uñas simulaba una flor carcomida. El celeste, claro está, combinaba con la bolsa de las tortillas recién hechas y el maquillaje ya corrido por el pasar de las horas. La mujer con delantal, mini short y una blusa "pelada" se subió a la par del segundo asiento porque el microbús ya iba lleno, y a su lado, un amigo-conocido que rondaba la misma edad se acomodaba la mochila para dejar pasar al resto de pasajeros.

- ¿Y de dónde viene?, preguntó el sujeto, como queriendo sacarle plática. Ella buscaba de una y mil formas, como acomodarse la bolsa de las tortillas para que no se le cayeran.

- Aquí usted, a ver para dónde, porque a la casa de la hijueputa de mi hija no voy. Está encabronada conmigo. Va a creer que quería que me cortaran la pata. ¡Y yo no me voy a dejar renquear antes de morirme!

Los siguientes minutos se dedicaron, entre insultos, a referirse a sus hijos: Las "taleguiadas" proporcionadas a cada uno para que aprendan de la vida, los insultos para hacerles entrar en razón, la falta de padres para los "hijueputas" y cómo eso incidió en que se vuelvan malcriados "y piensen que saben más que uno".

- Es que estos cerotes solo así entienden, ¿vea?, dijo el hombre, con una mueca de sonrisa. Continuó: Y hoy lo mejor es malmatar a la gente de un solo, sino se quejan en la tele y ahí va uno preso....

*Y Fátima sentada, escuchando*

 La mujer ahora sudaba.

- Es más, agregó el sujeto, yo no sé cuál es el gran amor que le tienen a la vida un vergo de hijueputas. Yo ya ratos me hubiese hartado gamesan.

- Es que sí, mire yo con esta mi enfermedad mierda de diabetes, se me tuerce una y otra cosa. Y todavía que me quieran matar por pedazos... La mujer miraba al suelo, mientras tarareaba la canción que el motorista llevaba a un volumen moderado, para el promedio.

- Es que por eso dicen que cuando la vida es un martirio, el suicidio es un deber, dijo el hombre. Yo sí me matara, pero no les quiero dar gusto a esos cerotes (hijos) ja ja ja...

*Y Fátima con los ojos de sobresalto, seguía mirando al frente.La mujer de repente, no pudo más con las tortillas y me dio un zopapo en la cabeza que me duele todavía*

- Ay disculpe, alcanzó a decir, mientras se intentaba agarrar bien. A mí no me gusta pegarle a la gente cuando voy en el micro, porque ellos no son animales. Solo a mis hijos los puedo taleguiar bien porque esos son míos, añadió.

*Y Fátima enmudeció*

PD: Seguramente a estos dos anónimos nunca los identificarán, ni les harán "memes" en Facebook y Twitter, ni les crearán cuentas falsas. Mucho menos, saldrán en la tele, en edición estelar.Pero son salvadoreños, así como usted y yo, un diagnóstico de media hora en un microbús de cómo estamos, bajo muchos rostros y en muchas presentaciones.

¿Yuca, no? Saludos