septiembre 30, 2024

Hablemos

Ya entrados en materia, hay que referirnos a los temas que están sobre la mesa, debajo de muchas otras cosas que les hemos lanzado encima para no verlos y no hablarlos y no recordar que están ahí, debajo de la cotidianidad.

Hablemos, por ejemplo, de lo difícil que resulta tomar algunas decisiones que aunque sabemos que son correctas, no dejan de ser una carga pesada que te va a perseguir, por lo menos, hasta que el peso de tu decisión cobre forma.

Ya en este escenario, hablemos también de los secretos que te visitan todas las noches, preguntando cuándo y cómo van a ser finalmente revelados a las personas involucradas en ellos. Es un 50% tensión y 50% emoción en este tira y encoge de elegir el momento oportuno para dejar salir aquellos secretos cuyo peso te está estancando.

Hablemos, finalmente, de lo liberador que resulta encontrarte en ese preciso momento en el que el tiempo y la vida te da la razón. Ese momento en el que sucede aquello por lo que solo vos apostabas. Hay pocas cosas más satisfactorias en estos días que las palabras “te lo dije”, porque se confirma una vez más, que la intuición pocas veces falla y en muchas ocasiones previene. Y que hay que escuchar a esa voz que siempre va a estar allí, aún y cuando todo parezca venirse abajo.

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