Según mi interpretación de las cosas, estamos en lugares sumamente diferentes: yo, más cerca del suelo y vos, en un estado espiritual/emocional mucho más elevado de lo que alcanza mi rango de visión.
En este escenario, también nos interpretamos muy diferente: Vos, tendiendo más a la sensación de independencia que te da estar en lo más alto y yo, más inclinada hacia la búsqueda de aferrarme a algo que no permita que me hunda (porque sí, me estoy hundiendo).
Soy inexperta en eso de reconocerme como lo que realmente soy. Tengo problemas en advertir las sutilezas que me hacen un ser humano y muy poco tacto en lo que concierne al autocuido. A veces creo que me odio un poquito.
No me siento feliz de expresarlo así, pero es lo que hay: Mucha confusión, mucho ruido, muy pocos espacios para preservar lo importante y para ver la luz en los tiempos en que es más fácil, pero más doloroso, pensar mal de todo y de todos.
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