Hay cosas que nunca van a tener una explicación, o al menos, no estamos destinados a encontrarla en este plano. Es una idea con la que me cuesta lidiar aún.
En domingos como hoy me gustaría tener muchas respuestas. Siento que me permitirían salir de muchos baches en los que permanezco sin saber bien cómo salir de ellos.
También creo que tener estas explicaciones me permitiría justificar algunas emociones que reprimo en silencio, pero que mis hormonas se encargan de sacar a la superficie en los momentos menos oportunos.
Hoy tuve uno de esos momentos de catarsis inesperada. Es difícil seguir conteniendo, o bien tratar de evacuarlo, sin saber qué es exactamente lo que te estás conteniendo. Solo sabe expresarse con llanto y un poco de tristeza. Y a veces, como hoy, el clima lluvioso te ayuda aún más a entrar en ese mood.
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