marzo 02, 2011

Crónicas de una viajera- Día 1: Es cuestión de estrategia...

Sí, como en cualquier otra labor a emprender con una meta a alcanzar, todo es cuestión de estrategia...

Viajar en bus se ha hecho cotidiano, ya que en mi localidad no hay súper, ni hospital, ni mucho menos un parque o un lugar tranquilo donde relajarte el fin de semana y salir de la rutina. Para ir a la universidad y a los eventos que hay que cubrir para la revista AXZero... Cuestiones de la vida, comencé a utilizarlos yo solita cuando grande y aún no me acostumbro a llevar un asiento vacío a mi lado, donde generalmente estaba mi padre o madre.

Pero en este corto tiempo (lo considero así) he aprendido cosas fundamentales, principios básicos para sobrevivir al viaje. Me he formado mi estrategia personal que comienza desde que coloco mi pie en la grada del bus, hasta que lo abandono por completo.

Por ejemplo, acostumbro fijarme bien en mis compañeros de viaje por muchos motivos, desde observar que no sea de malas mañas, hasta saber en dónde se baja. Suena malvado pero el saber que un señor siempre se baja en Galerías Centro es útil si quiero conseguir asiento pronto y llegar sentada a mi destino habitual; además el saber ubicarse cuando uno va de pie es básico: De preferencia, no sea parte de la segunda fila (o sea ya en medio) y mucho menos de la tercera (que quien sabe cómo se forma), buscar espacios y aferrarse a ellos.

De igual manera, aferrarse a la barra superior que sirve de "agarradero" como a la vida. Porque en serio y a menos que vaya bien apretado por todos lados, ese asidero le puede salvar de salir volando de manera indeseada.

Muy importante: Prepararse física y psicológicamente para todo (TODO) en el trayecto. Evalúe según sus horas de viaje, ya sean horas "pico" o "muertas" para llevar esa blusa preferida, esos zapatos que no quieren "bautizo obligado" por los pies de desconocidos, etc.

Fundamental señoritas: Carteras cerradas, el bus NO es pasarela (no se expongan), señores no sean patanes y se aprovechen de la llenazón del bus.

Cada quién tiene su método, lo repito: Es cuestión de estrategia. Al menos hace más llevadero el viaje.

1 comentario:

  1. no solo los hombres se aprovechan del exceso de pasajeros, a mi me toca sufrir el acoso de mujeres que me rozan ciertas partes privadas sobre mis hombros para cualquier hombre seria grandioso pero cuando te pasa todos los dias es hostigue

    ResponderEliminar