Escuchaba radio en su celular, mientras intentaba leer su folleto, cada sujeto que abordaba era objeto de su atención, quizá como excusa para no prestar atención y ejercitar los ojos; cerca de Puerto Bus guardaba los implementos académicos en busca de la salida mientras pensaba en voz alta:
"Masferrer, Centro de Gobierno, pasarela, PDC, Biggest... Aquí me bajo!"
Y al cruzar, de camino a Catedral, pensé también:
"Fardos de ropa usada americana, venta de mango, Variedades Génesis... trabazón inexplicable, sonidos variados y ensordecedores, camisas de a 3x5, olores exóticos mezclados con humo renegro y un parque lleno de palomas de castilla... El centro de San Salvador..."
Y pensar que así toca cada día me hace pensar que sería bueno ir de compras, armarme de paciencia, taparme oidos y nariz para aprender a sobrevivir en el mismo lugar que tantas glorias tiene en los libros de historia salvadoreña... y que lastimosamente vive tapizada de desechos.
Lo peor es que nos hemos acustumbrado tanto, que la hemos adoptado de alfombra permanente y como deporte... algo así como "lanzamiento de botella", "semillaboll" o en su defecto, "carrera para ver cual bolsa cae primero al pavimento". Por mi parte, le reitero que tengamos paciencia de llegar a casa para botar la basura... Por lo demás, disfruten del viaje y agarrense bien. Saluditos! ^^
PD: Los conceptos vertidos en esta entrada son de exclusiva responsabilidad del individuo que lo dijo (por eso lo cité) y algunos míos.
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