julio 31, 2010

...DURANTE...

Continúa la serie de tres entradas prometidas...

Hoy (se supone que esta entrada la publicaría el 31 de julio pero por motivos ajenos a mi voluntad no se pudo) es Día del Periodista, y pues de entrada, muchas felicidades para todos ellos: Quiénes ejercen en los medios más conocidos, y quiénes desde otras trincheras comunicacionales practicamos y nos fogueamos.

En este día (hace dos), además de un merecido reconocimiento a la labor que se realiza día con día, de un almuerzo o cena ofrecido por la empresa para la que el periodista trabaja, de un "felicidades" de alguna persona, es momento también para reflexionar sobre cómo se está practicando (aunque raye) "el mejor oficio del mundo"...
Uno de los hechos, quizá mas llamativo como ya lo señalaba en la entrada anterior, es el misterio que rodea al Artículo 191 del Código Penal que permite que la crítica periodística sea realizada sin temor a estar preso por ella. Ha estado en el ojo de cientos de personas ante la decisión que se tome de mantenerlo tal cual o penalizar esta acción por parte de magistrados de la Corte Suprema de Justicia.
Como estudiante de Periodismo, soy de la opinión que se debe mantener para el informador la oportunidad de ejercer la crítica (constructiva claro está) con lo que está mal en el país. Sin embargo, y recalco esto, debe ser una crítica que ayude para resolver las dificultades, pues gastar minutos en radio, televisión o prensa para señalar sin objetivos útiles creo que no debe hacerse (y sin embargo, se hace).

Además, el hecho de cómo se practica el periodismo debe ser objeto de revisión en algunas ocasiones, pues a pesar de la modernización de los medios, de las maneras de presentar la noticia para que sea rentable, debe existir un objetivo social, algo que haga de nuestra noticia, "la noticia". Aunque, claro, todo hecho determinará segun las circunstancias, la manera en la cual se pueda formular.
Finalmente, creo que algo que llama tambien la atención últimamente ha sido la moda impuesta del reportero ciudadano, la oportunidad de acercar el oficio a colaboradores que no necesariamente sean periodistas, quienes informan del último suceso de su comunidad. En el contexto salvadoreño, creo que ha sido de gran importancia si tomamos en cuenta las condiciones del trabajo de reporteo, donde en cada sector surge una noticia y a veces es físicamente imposible encontrarse en todos lados... Un hecho noticioso puede llegar incluso a las manos del periodista por cuestiones de suerte al encontrarse en el momento justo.
Así, considero que puede ser una herramienta útil dependiendo obviamente el uso que se le dé al estar en manos del medio, otra área pendiente de revisión pero que quizá abordemos en otra ocasión porque creo que hablé suficiente para ser una entrada que debió salir hace dos días (lo lamento de nuevo...)

En fin, mi reflexión final que debí colocar hace dos días va para todo tipo de periodistas: Los aventureros, los de oficina, los que sacan notas sociales, políticas o de cultura, los deportivos, los que trabajan en prensa escrita, televisión o radio: Sigamos aprendiendo, pues como todo en la vida, esta es una labor que nos exige cosas diferentes con el paso del tiempo dependiendo de las circunstancias. Lo importante, mis colegas, es llevar de la mano la academia y la práctica callejera por aquello de las bases sólidas del conocimiento complementadas con el quehacer, con el machete real que ocupamos u ocuparemos en un futuro.
Y para los que aun estudiamos y aquellos especificamente que van comenzando: no se desanimen y traten de extraerle el jugo a sus catedráticos, porque más adelante les hará falta. Y ponganle empeño, especialmente si llevan materias con licenciados como los del Departamento de Periodismo de la UES, pues aunque cada uno es BIEN diferente, le aportan "pan para su matata". Saludos, lamento no haberlo publicado antes y gracias por leer este blog. ¡Muchos saludos y felicidades periodistas! =D

PD: Y que cada quién agarre lo suyo.

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