enero 16, 2012

Palabras de una persona que no vivió la guerra

Como lo advierte el título de mi entrada, éstas son palabras. No pretenden ser una reflexión , ni doctrina para convencer a nadie del nudo que existe en mi cabeza respecto a lo que se decidió culminar hace 20 años. Exacto, los tan sonados este día "Acuerdos de Paz".

Entre las ideas que rondan mi cabeza, está el hecho de concebir la paz como algo más que la ausencia de un conflicto armado, el hecho de no entender si la paz puede interpretarse como algo que se transforma con el tiempo, que cambia dependiendo del contexto para adaptarse al "tipo de paz" que se necesita en una sociedad con características únicas.

A veces me siento sin derecho a juzgar si hay paz o no hay paz. Porque indudablemente, no entiendo el sentimiento de quiénes vivieron la época. Solo puedo entender que no me siento segura en este país... Y diferencio el término "seguridad" del que tanto mencionan: "paz".

Eso sí, creo que alguien que está en paz, es alguien que pese a todo, encuentra la forma de sentirse bien. La paz, creo que puede encontrarse en los lugares menos esperados, y es contagiosa. Un contagio en el mejor sentido que puedan encontrarle a la palabra.

Dados mis orígenes, debería estar repudiando a uno de los bandos con todo el jugo de hígado posible. Pero no lo hago porque no puedo dimensionar el dolor que otros (pese a ser mi familia) sintieron. Y si no puedo dimensionar y sentir un dolor, no sé como reaccionar.

Pero de algo si estoy segura, y es de esa frase que dice algo sobre la importancia de recordar y tener presentes los errores que se cometieron, para jamás volver a caer en ellos.. Y lamento, de verdad, que existan personas que no lo entiendan, y se nieguen a recordar que lastimosamente hubo una matanza entre hermanos.

Y aún más, que exista gente que fue ajena a ambos bandos y piensen que la firma de un documento puede cerrar las heridas de los cientos de miles de corazones lastimados, el trauma heredado a los que vivieron ese conflicto y a sus hijos. Yo, en parte, fui alcanzada por el conflicto, al estar en el vientre de mi madre durante la Ofensiva de 1989, pero aún asi no me considero de la generación que vivió la guerra.

Lamento en lo profundo de mi corazón, que sigan existiendo personas extremistas y fanáticos de las tendencias ideológicas que no conocen de otra forma de defender sus derechos, que las pedradas y la violencia física. Espero que la nueva generación y la siguiente, entiendan y conozcan lo que ocurrió de la forma más objetiva posible (pese a que lo objetivo no existe, la versión oficial siempre responderá a una de las partes).

Una versión de alguna de esas dos partes que cometieron el error de entrar en este conflicto. Sí, para mí fue un error, que aunque no se puede borrar de la historia no merece tener más capítulos en ella. Creo en el perdón, pero como dijo una señora hoy en la conmemoración de El Mozote: Se necesita saber el qué y quiénes para poder perdonar.

Entender que la paz es un don y un bien de la humanidad intrínseco, y no algo que "deba merecerse". Una paz que se celebre en unión y no en distintos lugares, porque pese a las diferencias de criterio, opinión, pensamiento y derivados, todos somos humanos. Y aunque a algunos no les guste, nacimos iguales. Ni modo, no somos extraterrestres ni robots.

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