marzo 18, 2013

18 de marzo

Antes de la despedida, fue la media hora más llena de arrumacos improvisados en el diminuto espacio de dos escalones. El abordaje de tres cristianos acurrucados en la pequeña unidad de transporte colectivo hacia más difícil la tarea de acercarse y besarla. Difícil, pero no imposible.

- Alcaldía, Alcaldía, ¿nadie se queda?... Y si yo tuviera otro trabajo, ¿me aceptara?
- No sé, usted... es que ay, ser microbusero.
-Y qué tiene de malo (inclina la rodilla en el pie de uno de los que van acurrucados. El susodicho solo emite un "tené cuidado, maje")

Las manos rodearon la cintura cubierta por una blusa amarilla. La mujer, emocionada, lo acercó a su pecho.

- Ex Cuartel, Ex Cuartel. Ex Cuartel bajan hijo.
- No sé, pero debería buscar otra cosa. No me gusta verlo aquí.
- But you know, mami...
- I don't know (La besa). Vaya el que baja en el Ex Cuartel...

El calor de la tarde noche, arreciaba en el camino al sur de la capital. Un beso, dos, y varios "I miss you" después, el sujeto logró su acometido. Un breve "sí" selló su trabajo de "terapear" a la bicha-

- Esoooo perro- alcanzó a gritar el motorista.
- Pero mire, yo no quiero que ande coqueteando con otras bichas que se suban al micro...
- Cómo va a creer, mi amor, si yo solo a usted la quiero y por usted trabajo acá. Se quedan "In the gas", perro.

- Vaya pues, ya me voy a bajar. Mañana lo veo.
- Vaya pues amor, se me cuida (la besa) See you tomorrow, love you.
- Love you, too...

Una parada después, se escuchó un "rico eso" dirigido a alguien que iba pasando. La expresión, salía del recién advertido. Una mujer, sentada y viendo la escena, dijo que los hombres no cambian.

Pero así es el amor, le dijo una más. Y así nos entuturutan estos babosos, concluyó

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