diciembre 31, 2012

Armas

Dentro de la palabra aglutino otras: Explosivos, cohetes, pistolas, bombas y todo aquello que lleve de la mano, el hecho de dañar, acabar con otra cosa o con otras personas.... y obviamente hacer "boom", "pum" y otras onomatopeyas derivadas.

Todos dirán que soy una desubicada por hablar de este tema en el último día del año, pero pasa que a muchos nos da por armarnos hoy: Unos, con cohetes, "celebrando" a su manera la llegada de un nuevo año. Los que tienen menos suerte terminan en el cementerio, calcinados. Otros, en el hospital con algún miembro de su cuerpo amputado y los más solo con el susto.

En cualquiera de los tres casos, hubo DAÑO.

No falta tampoco (lastimosamente) el que, pistola en mano, dispara al aire a medianoche y deja una bala que busca un punto de impacto. La historia reciente demuestra que la mayoría de los destinos (con intención o no) son niños. Precisamente el que NO disparó.

Desconozco el origen de las bombas y explosivos, pero lo vea desde donde lo vea, no fueron creados precisamente para la armonía. Muchas han callado poblaciones enteras, han reprimido a los contrarios a un régimen, han matado más inocentes que involucrados en un conflicto, cumpliendo un fin de exterminio.

Hay muchos pueblos que no las han eliminado de su diario vivir. En otros casos, siguen resonando en el recuerdo de quiénes salen abruptamente de una situación de esas y, como por arte de magia, viven de un día para otro en paz.

Elevo sinceramente una oración para que el 2013 traiga menos armas de todo tipo. No las tolero desde que tengo memoria y su estruendo me resulta insoportable...Aparte que, pensar en que tantas muertes, heridas, lágrimas y sustos podrían prevenirse, es un plus.

Y Feliz Año Nuevo. Lamento si les resulta una entrada algo random, pero debía decirlo :)

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