Sobre autobuses

Muchos han versado del tema en diversas áreas y hay patrones repetitivos en el asunto a tratar.

El autobús, origen de otros términos para referirse a sí mismo como en el caso de "chuzón" o "nave", este medio de transporte tan popular y malquerido, que en más de alguna ocasión te habrá dejado en la parada que no era o antes de ésta, con su recuerdo de humo negro tan particular; ése que alguna vez fue el responsable de un bailecillo inusual seguido por la frase "agarrate bien %&$&"...

Son tantas historias tristes, alegres, curiosas, inusuales que solo suceden en un bus. Para que vean su influencia, hasta tengo mi sección de las "tertulias de autobús".

Han sucedido lamentables accidentes a lo largo del tiempo, donde se han visto implicados los conductores de estas unidades por motivos que derivan de la imprudencia, como el distraerse, el manejar un bus que se encuentra en mal estado, la alta velocidad. Como todo en nuestro país, lastimosamente tienen que suceder este tipo de hechos para saber que existen, que pasan cada día y que solo aquellos, usuarios permanentes del bus guardan como historias de aventura y adrenalina al máximo cuando el conductor "le mete la pata".

Escuchaba algo que sinceramente, me hizo reir. Fue una declaración del señor Rodrigo Contreras Teos, de CASIT, una de esas gremiales que le hacen al negocio del transporte: "Es un mito que los motoristas se pelean por los pasajeros"

Le invito a que acompañe a sus agremiados. No será en todos los casos pero es constante, tal como el maltrato verbal, la poca consideración con ancianos, niños y personas discapacitadas, además de las frustradas ilusiones de algunos conductores de pertenecer a un circuito de la Fórmula 1, tomando las carreteras como pista.

El último caso, donde 15 personas fallecieron y casi un centenar de personas resultaron heridas es resultado de la imprudencia, esa que es tolerada todos los días por los pasajeros ante la necesidad de movilizarse. Unos dicen que es algo más allá del accidente en sí y que es como la punta del iceberg en todo este embrollo problemático de un sistema de transporte fatal.

Creo que más que eso, la gente espera soluciones perceptibles más que entrar en una discusión de quienes son más responsables que otros en estos casos. Solo nos interesa subirnos a un bus sin el miedo a estrellarnos en cualquier curva, o que los amigos ladrones del conductor no pasen por lo del día. Que las unidades aguanten al gran número de personas que lo abordan cada día, que haya más control y responsabilidad de los jefes de quienes manejan las unidades, que se respeten las leyes de tránsito (NO a 120 kilómetros señores buseros). Rcuerden que sin los cientos de usuarios diarios, ustedes no serían quienes son (me refiero a los empresarios más retribuidos por sus unidades) se deben a sus clientes (se supone, no).

No sé cuando vamos a dejar de curar y comenzar a prevenir. En la medicina, esta práctica es efectiva... También en los problemas de nuestro país??