octubre 08, 2016

Micro pensamientos

(Dícese de las cosas que a Amalia se le vienen como pequeños chispazos espontáneos, pero certeros).

Abrir el corazón es todo un espectáculo. Hay que mantener el interés del espectador hasta el final, hasta que llegue a revelarse la parte más sincera de todo lo que uno siente.

Hay cosas que no pueden explicarse con total certeza. Una, es la creación del universo; la otra, es la extraña sensación que me causa su sonrisa.

Abrir el corazón, ahora que lo pienso, es también un espectáculo de alto riesgo. Mientras ejecuta su liberación en la cuerda floja, el más mínimo viento en contra puede desconcentrarlo y hacerlo caer.

Existen dilemas más duros que el "hubiera". Por ejemplo, el "lo hice, me lancé. Y me raspé". O viceversa.

Abrir el corazón, dicen, es de valientes. A mí me pasó en un arrebato y no lo recomiendo, porque los impulsos en estos casos, no son la mejor opción.

Quisiera hacerle entender lo confundida que estoy. Y que al menos, comprendiera que una sonrisa suya puede aliviar las dudas y dejarme pensar con claridad.

Y abrir el corazón es lo que hice con él, es lo que he hecho con todos. Con la clara excepción que él parece no darse cuenta.

Excusas: Dícese del conjunto de palabras que constituyen un escape a la realidad, una justificación para las acciones incomprendidas que se hacen porque se quiere. Aunque no se deba.

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