abril 19, 2011

El tiempo en tus manos

Pido disculpas por ausentarme tan largo tiempo. Es que son unos mis períodos medio rarosos los de filosofar de la nada que me agarran. Pero aquí estamos ya, listos para hablar un poco de todo.

Y ese poquito del que hablaré este día, será de las tan mencionadas vacaciones. De las últimas que mi persona gozará, para el caso, pues al elegir el oficio periodístico, firmas un trato con tu vida futura, sacrificando muchas cosas. ¿Si al final vale la pena o no? Pregúntele a cada periodista. Yo creo que sí.

En fin, las tan esperadas vacaciones en mi caso, han sido sinónimo de encargos de tarea y redacciones (aún no al estilo "pupusas" como en la rutina diaria de trabajo) lo que te hace preguntarte y repreguntarte, donde quedó aquella dorada época de la niñez cuando tu único trabajo en vacación era dormir, comer, ver tele y molestar el doble de la rutina habitual.

Pero, no nos damos cuenta que a pesar del "mar de tareas" que nos han asignado, para todo hay tiempo, como dice un popular dicho. Tiempo para hacer todo el trabajo, ayudar en casa en la elaboración de los platillos típicos de la época (preguntarle a la abuelita por qué le echa cal a los mangos), salir a pasear (si tiene la suerte de poder hacerlo), ver tele... Hacer lo que se le ronque la regalada gana.

Todo está en el hecho de sabernos portadores del tiempo, porque, de saberlo distribuir, dependen muchas alegrías o desesperaciones de "ya me agarró la tarde". Si bien el segundo que recién pasó ya no lo vas a recuperar, puedes pensar en aprovechar al máximo el que viene en camino.


Lo confieso: Soy de las personas que se desesperan al tener mucho que hacer y "tan poco tiempo", es un estado natural y casi inevitable al ver todo lo pendiente. Pero si algo voy aprendiendo es que con estresarme no gano nada, más que sentirme presionada y desahogarme injustamente con quienes no lo merecen. Teniendo en perspectiva el hecho de pasarla y sentirse bien, con el hecho de sobrepreocuparme, creo que la respuesta se hace bastante fácil (a menos que sea usted masoquista).

Y sin embargo, me falta entenderlo y asumirlo como un estilo de vida, el tan afamado "Hakuna matata". Entender que al final, terminaré con todo y aún tendré tiempo de respirar, de vivir, de escribir entradas en mi blog. Relax. Tranquila. Darle una real vacación a mi ser, sin tener que esperar cada año desesperadamente, a ir a la misa de Domingo de Ramos para saber que estoy a las puertas de una semana de "echar la weba".

PD: La imagen es porque siempre me ha encantado ese personaje. Creo que a veces soy tan frenética como él XD. Saludos

No hay comentarios:

Publicar un comentario