abril 09, 2025

Decisiones

¿Se aprende en realidad a vivir con el peso de las decisiones que uno tomó? ¿O sencillamente uno recuerda el efecto de esas decisiones y trata de lidiar con ellas cómo puede cada día?

Las decisiones que tomaste sin pensar son fantasmas que te persiguen e inevitablemente te encuentran en otra parte del camino (no necesariamente adelante). 

A veces sus efectos te contraminan y te empujan unos pasos hacia atrás para que, regresando sobre el camino, podás revisarlo todo, no desde una posición de superioridad por haberlo ya vivido, sino desde una posición donde tratés, sin juzgar, de entender lo que ha pasado. Y asumirlo.

Cuesta, pero se entiende en algún momento de la vida, que las decisiones, al fin y al cabo, son fotografías de un momento. Y que aunque parezca que van tropezando una tras otra, no llegan a definir del todo la complejidad de tu ser. Por eso no se puede dejar que una decisión, una sola, lo defina todo.



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