julio 22, 2012

Historia (1)

Desde hace tiempo me prometí escribir algo, por lo que escuché en una de esas oportunidades que no se te dan todos los días. Lo que dan por llamar conferencia magistral, del periodista argentino Andrés Oppenheimer.

No soy precisamente una de sus asiduas seguidoras, debo confesarlo. Pero esa noche, cuando hablaba de educación y desarrollo, coincidía con varios de sus planteamientos... y como no en todo se puede estar de acuerdo, de repente dijo algo que me dejó pensando.

Se refirió a la obsesión por la historia que se tiene en los países latinoamericanos. Y que, por estar pensando en el pasado, no nos enfocamos en trabajar por el futuro.

Perpleja y pensativa. Siempre he sido y seré fiel defensora de que si un pueblo no conoce su historia, es muy difícil que puedan seguir el camino que sus antecesores les han abierto, a fuerza de peleas inncesarias o implosiones ya esperadas. A base de sacrificio, empeño, necedad o valentía del "loco" que en ese entonces, hizo diferentes las cosas.

Lo que es peor, si las personas no son conscientes del cómo han llegado hasta donde están, la posibilidad de caer de nuevo en los errores ya cometidos es inminente. Y las segundas caídas, con una herida que no cierra, son más dolorosas. Algo así como echarse chile en la herida.

No puedo negar que hayan personas obsesionadas con los "fue", los "hubo", los "viví", y se olvidan de que están aquí en este momento, con muchas cosas por delante. Pero tampoco considero que haya que dejar de lado la historia, especialmente en un país como el nuestro.

A propósito de ello, la revista Séptimo Sentido publicó un reportaje que me pareció de lo más atinado para reflejar lo que pasa por las mentes de muchísimas personas aún:
http://www.laprensagrafica.com/revistas/septimo-sentido/274158-los-ultimos-rehenes-de-la-guerra.html

Un país cuyas bases están destruidas, no puede dejar atrás su historia, señor Oppenheimer. Ni siquiera puede comenzar a construir, porque le pasa lo que a una estructura sin bases ni soporte: Se derrumba. Y entiendo que el desarrollo responde al objetivo de ser y ayudar a la gente, ¿no?

Luego les comento más de mi interés personal por la historia. Saludos!

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